BUSCANDO LA GUIA CORRECTA


“Encomienda a Jehová tus obras, y tus pensamientos serán afirmados”. (Proverbios 16:3)
Preguntémonos hoy: ¿cuántas veces no hemos obtenido los resultados que esperábamos en un negocio, una tarea, o algo nos ha salido mal?
Hablando con la verdad, ¿cuántas veces consultamos a nuestro Padre, antes de emprender una labor? ¿Somos conscientes de que tenemos un valioso manual de vida llamado la Biblia? ¿Acudimos a ella como el viajero consulta la brújula que le orienta su norte, cómo el explorador su mapa, como un verdadero manual de instrucciones?

En nuestro afán, con frecuencia no cuidamos de colocar en las manos de Dios nuestro diario vivir, y terminamos dependiendo de nosotros mismos, de nuestra fuerza, de nuestros escasos recursos, llevando una vida de segunda clase, y viviendo como perdices habiendo sido diseñados para volar como las águilas.
Es necesario entonces, que cada mañana nos pongamos de rodillas delante de Dios, para obtener los logros y el éxito que sólo Él nos puede asegurar, venciendo los obstáculos, armándonos del poder, de la dirección y de la guía que necesitamos para luego salir a vencer, a conquistar el mundo, a ver la gloria de Dios en y a través de nuestra vida.

Encomendar” hace referencia a entregar, a pedir dirección y a depositar la confianza en la instrucción dada por Dios a través de su Espíritu y de los principios plasmados en su Palabra, como resultado de renovar la mente y de escuchar también el consejo de nuestro guía espiritual. Entonces será para nosotros una hermosa realidad el versículo 8 de Josué 1: “...entonces, harás prosperar tu camino y todo te saldrá bien”.Recordemos que la obra que Dios le encomendó a Josué, no era fácil, por eso le enseña que la victoria y la prosperidad dependerían de él mismo, en la medida en que fuera valiente para no apartarse de sus instrucciones, ni de día ni de noche. Al igual que Josué, nosotros también necesitamos de esa fuerza sobrenatural para enfrentar los difíciles retos y grandes desafíos que tenemos por delante.
“Amoroso Padre, gracias por el nuevo día que nos permites vivir, queremos pedirte perdón por las muchas veces que hemos hecho las cosas a nuestra manera sin contar contigo. Entendemos que por esto hemos fallado tantas veces, gracias por darnos la oportunidad de conocer que estás interesado en dirigirnos para bendecirnos. Te entregamos el control de nuestras vidas y te pedimos Espíritu Santo que siempre nos lleves a dar pasos que agraden a Dios. Porque yo te mando hoy que ames a Jehová tu Dios, que andes en sus caminos, y guardes sus mandamientos, sus estatutos y sus decretos, para que vivas y seas multiplicado, y Jehová tu Dios te bendiga en la tierra a la cual entras para tomar posesión de ella.” Amén.
Reenvíelo a quienes usted cree que necesita este mensaje, se lo agradecerá.
Mensaje basado en el devocional  "Llamado a la oración Lolita Cruz de Chamorro”.
rc


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