5 claves para la conquista de los montes
Introducción
La Familia de la CEPC celebra sus 50 años de ministerio teoterápico, las bodas de oro. Décadas atrás, orábamos por conquistar a Colombia para Cristo, hoy oramos por el mundo; en un comienzo orábamos por llegar a ciudades y pueblos del territorio nacional, hoy oramos por conquistar los montes. Dios nos ha llevado de lo bueno a lo mejor y de lo mejor a lo excelente. ¿Pero estamos todos moviéndonos en este sentir? ¿Tenemos claridad sobre la visión y estrategia de los montes? En la vida de Pablo, un hombre con visión de montes, encontramos unas claves, que nos van a servir para fortalecer esta visión y estar preparados para conquistar el mundo para Cristo.
Dame este monte, la petición de Caleb
Fue la petición que le hizo Caleb a Josué; era la promesa queél había abrigado en su corazón por más de cuarenta años. En el siglo XV, el sacerdote John Knox, líder de la reforma protestante en Escocia y fundador del Presbiterianismo, expresó una frase que todavía hace eco: “dame a Escocia o me muero”. Muchos hijos de Dios, hemos elevado plegarias con gritos agónicos, por necesidades personales o familiares, pero ¿Cuántos con el sentir de Knox? ¿Cuantos han llorado por Colombia, o por su ciudad, como lo hizo Jesús porJerusalén? ¿Cuántos han rogado a Dios por obreros para su mies? ¿Cuántos le claman a Dios, como Habacuc, para que avive su obra en medio de los tiempos y en medio de los tiempos la haga conocer? La verdad, es que el amor de muchos por la gran comisión se ha enfriado. Ya no hay oraciones por un avivamiento espiritual.
Dame este monte, el anhelo de Pablo
Pablo, el hombre global del primer siglo, aquel judío convertido que llevó el evangelio al África, Asia y Europa;él tenía un monte por el cual oraba y anhelaba conquistar, ese monte, era la capital del imperio más poderoso en el mundo en su época, Roma, la eterna. El anhelaba conquistar Roma. En la carta que escribe, precisamente a los Romanos,él nos da cinco pautas que debemos considerar para la conquista de los montes.
Leamos Romanos 1:8-15
Aplicación
¿Qué debo hacer entonces? Seguir el ejemplo de Pablo. Él seconsideraba deudor, él sabía que tenía un don preciado, que se lo debía entregar a cada hombre; por eso estaba pronto, listo, preparado para anunciar el evangelio; él no se avergonzaba, sabía que el evangelio es poder de Dios para salvación, y que Dios revela su justicia a través de la vida de fe.
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