“JAH, si mirares a los pecados, ¿Quién, Oh Señor, podrá mantenerse? Pero en ti hay perdón, para que seas reverenciado” (Salmo 130:3)
PASAJE COMPLEMENTARIO: Colosenses 1:13-23
Sentirse perdonado y perdonar son dos cosas que nos permiten experimentar una nueva dimensión de felicidad en nuestras vidas, caracterizada por la libertad, la tranquilidad y la paz que vienen como consecuencia de la reconciliación y la restauración de nuestros vínculos con Dios, con nosotros mismos y con los demás.
El perdón y la reconciliación son parte de la obra fundamental que el Hijo de Dios vino a hacer en la tierra; la reconciliación y el perdón tienen que ver con el amor inmaculado de parte de Dios Padre hacia la humanidad. Todo aquél que advierte este regalo eterno, también experimentará una vida de libertad y una nueva capacidad para amar, de tal manera que busque siempre el bien de los demás.
Todos los seres humanos necesitamos de la experiencia del perdón, pues este viene a ser en los momentos de soledad y de crisis, el refrigerio que el alma necesita. El verdadero perdón y reconciliación se evidencia en disfrutar plenamente de este maravilloso regalo, viviendo libres, gozosos, y dando amor y perdón a nuestros semejantes.
En este día la invitación es para que tomemos la sabia decisión de reconciliarnos con el Autor de la vida, nuestro Padre Dios; al estilo de Jesucristo la invitación es para que levantemos los ojos al Padre celestial y comencemos aceptando el perdón que Él nos ofrece. El reconciliarnos con Él nos traerá los mejores resultados en nuestro cuerpo, en nuestra alma y en nuestro espíritu.
Si ya nos reconciliamos con Dios, ahora estamos preparado para reconciliamos con nosotros mismos, y será tan maravilloso esto, que se sentiremos libres del temor; tendremos libertad para levantarnos a ser y hacer, todo lo que Dios ha preparado para nuestras vidas. Ahora sí, podremos reconciliamos con nuestro prójimo, estableciendo unas nuevas relaciones basadas en el amor, la justicia y la bondad.
Acerquémonos a Dios con libertad y dejémonos conquistar por el Autor del amor y la reconciliación. Volvamos a los brazos amorosos ¡No temamos más!
HABLEMOS CON DIOS
“Padre amado gracias por este nuevo amanecer, por tu amor reconciliador, de recibir Tu perdón, y aprender más de Ti a través de tu palabra, cuánta sabiduría y cuánto poder colocas a nuestro alcance. Ahora creemos que a través de la oración, los corazones, los problemas, las dificultades, las naciones, caen ante ti. Danos un corazón obediente y manso para ir a reconciliarnos con nuestro prójimo y que nada nos detenga hasta ver que fruto de la unidad y el amor. Sentirnos perdonados y perdonar son dos cosas que nos permiten experimentar una nueva dimensión de felicidad en nuestras vidas y es la obra fundamental que Tu hijo Cristo Jesús vino a hacer en la tierra. No nos permitas ser sabios en nuestra propia opinión y Te pedimos Tu hermoso socorro, permítenos perdonar como Tú lo haces. En ti sentiremos la dicha del perdón porque todo lo que es verdadero, todo lo digno, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo honorable, viene de Ti Padre Dios.” Amén
Reenvíelo a quienes usted cree que necesita este mensaje, se lo agradecerá.
Mensaje basado en el devocional "Llamado a la oración Lolita Cruz de Chamorro”.
rc
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