Nuestro devocional de noviembre 16 del 2014
“Entonces mandó a la multitud que se recostase en tierra; y tomando los siete panes, habiendo dado gracias, los partió, y dio a sus discípulos para que los pusiesen delante; y los pusieron delante de la multitud”. (Marcos 8:6)
PASAJE COMPLEMENTARIO: Marcos 8:1-10
En este pasaje se nos relata cómo Jesús había planteado a sus discípulos una situación crítica: Hay una multitud con hambre que llevaba tres días sin comer (sólo por el deseo de estar cerca de Jesucristo y escucharle). ¡Era necesario hacer algo! De manera inmediata, sus discípulos reaccionan y le responden: ¿De dónde vamos a sacar cuatro mil panes?, ¿podría alguien hacer esto?
Parece que hubieran olvidado con quien estaban. Ya le habían visto sanar muchos enfermos, multiplicar panes, y andar sobre el mar. Sin embargo, seguían siendo incrédulos, duros de corazón, hombres de poca fe; no sabían o no entendían aún, con quien estaban.
El Señor actúa como si ellos no le hubieran dicho nada, ignora su sentido lógico y razonable. La respuesta del Señor es sencilla y llena de seguridad y confianza: “¿Cuántos panes tienes?”. Él no estaba concentrado en el problema como sus discípulos. Él estaba anticipando la solución. Sólo les pregunta: ¿Qué recursos tenemos?, ¿Con qué contamos?, y enseguida procedió a realizar el milagro: Cuatro mil personas comieron y se saciaron.
Cuántas veces el Señor ha respondido y nos ha sacado de duras y difíciles situaciones, y cuando aparece otra prueba, nos asustamos y nos llenamos de argumentos lógicos y faltos de fe, nos olvidamos de quien es el que está a nuestro lado.
También esta es una gran lección para aquellas personas que estamos esperando tener mucho para hacer algo, y para los que esperamos un milagro sin hacer nada.
El Señor enseña que no importa el tamaño de la necesidad, Él es superior a cualquiera. Nunca mire la dimensión del problema, de la enfermedad o de la responsabilidad, mire primero quien está con usted; Abraham no sabía a donde iba, pero él sí sabía quién lo acompañaba. Asegúrese de ir siempre con el Señor y ponga los recursos que tiene, en sus manos, Él se los multiplicará.
HABLEMOS CON DIOS:
“Bendito Señor, gracias por permitirnos estar en Tu presencia nuevamente, Qué bueno es aprender a conocerte cada día más. Hoy entendemos que aunque nuestros recursos sean escasos, no tenemos por qué temer si nos falta algo, pues cuando ponemos nuestra confianza en Ti, Tú multiplicas y bendices nuestra escasez transformándola en abundancia, Padre Dios ayúdanos a no mirar el tamaño de nuestras necesidades, sino de ir siempre a Tu lado, colocando siempre nuestros recursos y esperanza en Tus manos, Tu nos responderás y nos sustentaras. Amén”.
Reenvíelo a quienes usted cree que necesita este mensaje, se lo agradecerá.
Mensaje basado en el devocional "Llamado a la oración Lolita Cruz de Chamorro”.
rc
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