Ser padre no es fácil pero es lo mejor que nos pueda pasar
“Es más fácil construir a un hijo fuerte que reparar un hombre roto”
Frederick Douglas
Los padres, junto con las madres, son una figura fundamental en la educación de los niños, cuya influencia será irremplazable y de gran valor. Normalmente se habla mucho sobre el papel de la madre y el vínculo con ésta, sin embargo el papel del padre suele quedar relegado a un segundo plano. El papel del padre es tan importante como el de la madre, es por ello que no debemos pasar por alto este vínculo y relación tan especial.
El papel del padre en la educación de los hijos/as
El padre es una de las figuras de base de las familias. La familia es una pequeña sociedad que se crea en torno a las figuras del padre y de la madre y la unión de ambos. Ambos son las primeras figuras de apego del niño y por lo tanto su influencia es determinante en su desarrollo. Tanto el padre como la madre van a constituir las primeras figuras masculina y femenina, respectivamente sobre las que el niño y la niña formen sus modelos de hombre y de mujer.
La nueva sociedad ha hecho que la presencia del padre en la educación y crianza de los niños y niñas cobre una mayor importancia. En el mundo actual ambos progenitores trabajan y han de colaborar en el cuidado de los hijos. Esto ha hecho que los vínculos afectivos que influyen en el desarrollo de los niños y niñas se hayan enriquecido mucho.
El papel del padre es fundamental en la educación, desarrollo y en la formación de la personalidad de los pequeños. El vínculo es indispensable, siendo fundamental que el padre esté presente en la dinámica familiar, que participe y se involucre en la crianza.
LAS 10 COSAS QUE HACE EL BUEN PADRE
- Escucha de forma activa a tus hijos. No sólo lo que dicen, sino como lo dicen y lo que quieren decir.
- Pasa tiempo de calidad con tus hijos. Valora más la calidad que la cantidad de tiempo.
- Juega con ellos, es capaz de entrar en su mundo.
- Establece normas claras. Que sirven de guía para los niños.
- Sabe motivar a sus hijos, poniéndoles metas asequibles y sin presiones.
- Atiende y respeta los ritmos y necesidades de sus hijos. Respeta su desarrollo.
- Emplea una disciplina positiva.
- Es capaz de creer en las capacidades y habilidades de sus hijos.
- Se comunica con ellos, aprende a entender su lenguaje.
- Razona con sus hijos, les explica y ayuda a entender.
- Les enseña a desarrollar su fe en Dios y a depender de el.
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